Para un gran número de personas, la muerte es un tema que se aborda a medias palabras, con mucha precaución, tocando madera o haciendo la señal de la cruz. ¡Como si el hecho de hablar de esto pudiera ser un mal augurio!
En éstos momentos durísimos de la pandemia en donde nuestro país ha llegado a ocupar el primer puesto de muertes por millón de personas según el monitoreo de la universidad Johns Hopkins. En relación al resto del mundo, Perú se ubica como el tercer país a nivel global con mayor número de muertes a causa de la Covid-19, por cada 100.000 habitantes, teniendo un 67,21, se posiciona por debajo de Bélgica (86,46) y Reino Unido (70,28) y por encima de España (61,07), Italia (58,3) y Suecia (56,75).
En este escenario entonces se hace evidente que nuestra relación con la muerte está mucho más cercana y nos hace meditar al respecto. Mucha gente, sobre todo los más jóvenes, no dan importancia al tema recordemos la reciente tragedia en la discoteca de los Olivos en la que una joven mamá deja al cuidado de su madre a sus menores hijos y jamás regresó, el desenlace es por todos conocido. No es fácil hablar de esto y prever lo peor. Es una reacción completamente normal pues están seguros que por ahora pese a la coyuntura no es su tiempo.
La muerte, es el más grande de los misterios. ¿Quién sabe a ciencia cierta lo que ocurre con las personas que nos dejan para ir a otro mundo? Filósofos, científicos, escritores han escrito mucho sobre este tema. Pero nosotros somos humanos: nosotros queremos respuestas.
A pesar de esta aureola de misterio, el tema comporta también gran cantidad de dimensiones importantes: Psicológicas, jurídicas, económicas, sociales y filosóficas. Si en Perú hay más de 28, 000 decesos por Covid-19 hasta el momento, se puede fácilmente presumir que hay 500,000 personas que deben llevar un duelo, una sucesión, un cambio brusco dentro de las condiciones de vida o aún un cuestionamiento sobre su propia forma de vida. Y esto, es una realidad.
Es por esto que nos parece muy importante abordar diferentes aspectos de la muerte desde nuestra organización pues contamos con una empresa subsidiaria como es Funerales Los Olivos que tiene la noble misión de brindar servicios funerarios de calidad enmarcado dentro de los principios y valores cooperativos. Debemos primero para comprender en sí qué es la muerte, pero también prepararse y preparar a nuestros familiares para esta etapa de la vida.