Cada año, varias cooperativas organizan reuniones conmemorativas para rendir homenaje a los fallecidos. Se invita a todas las familias en duelo durante el año, así como a sus seres queridos, a participar en una misa o liturgia conmemorativa. Es un lugar privilegiado de contemplación donde se permite la expresión de emociones. El encuentro está salpicado de elocuentes textos y piezas musicales que resaltan el carácter solemne de la celebración.